Lunes 23 de enero de 2006

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Ante la ineficiencia y complicidad de los órganos de control del gobierno foxista para proteger a funcionarios que han hecho negocios desde sus cargos públicos y que con ello han incrementado su patrimonio, diversas comisiones de la Cámara de Diputados, así como la Auditoría Superior de la Federación, llevan a cabo investigaciones y auditorías en contra de funcionarios corruptos para evitar que en el último año del gobierno panista se incremente el desvío de fondos públicos.

Por ello la semana pasada la comisión camaral que investiga la entrega de permisos para juegos y sorteos anunció que para este jueves están citados al Congreso los miembros del Consejo Consultivo de la Secretaría de Gobernación para que expliquen las concesiones otorgadas por el ex secretario Santiago Creel y su sucesor Carlos Abascal. Entre los funcionarios que tendrán que acudir a declarar están Arturo Chávez Chávez, subsecretario de Gobierno y presidente del Consejo Consultivo de Juegos y Sorteos; Manuel I. Fierro Evans, titular de la Unidad de Gobierno; Marco Antonio Herrera, titular del Órgano Interno de Control e invitado permanente en dicho Consejo, y Alfredo Gómez Barrera, director general adjunto de Juegos y Sorteos.

Todos recordamos las concesiones otorgadas días antes de que Santiago Creel renunciara a la Secretaría de Gobernación en busca de la candidatura panista a la Presidencia de la República y que entre los principales beneficiados con dichos permisos destaca el Grupo Televisa, de Emilio Azcárraga.

Pues bien, un dato que deben preguntar los legisladores el próximo jueves 26 a los burócratas de Gobernación, es quién autorizó a Televisa para realizar una auditoría a la empresa gubernamental Pronósticos para la Asistencia Pública, que dirige Eduardo González González, bajo el pretexto de que dicha entidad dedicada a juegos y sorteos se pondría a la venta antes de que concluyera el gobierno de Vicente Fox por algo así como 700 millones de dólares. Hasta ahora todo apunta que el supuesto responsable de tal autorización para revisar los libros y la operación de Pronósticos fue directamente el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz.

Pero el problema no termina allí, sino que dicha auditoría a Pronósticos habría sido sólo una simulación para permitirle a Televisa revisar con lujo de detalle todos los movimientos financieros de la empresa pública y aprendiera el manejo de juegos y sorteos para crear otra empresa privada que los pudiera reproducir una vez que la Secretaría de Gobernación le otorgara los permisos y con ello el negocio le saldría prácticamente regalado en lugar de pagar los 700 millones de dólares que el gobierno cobraría por la firma Pronósticos.

De confirmarse lo anterior por parte de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados, estaríamos ante un tráfico de influencias de dos secretarios de Estado: uno de Gobernación, Santiago Creel, que renunció el año pasado, y otro el titular de Hacienda, Francisco Gil Díaz, que le habrían allanado el camino a sus amigos de Televisa para que puedan competir deslealmente en contra de la empresa del Estado, como es Pronósticos para la Asistencia Pública.

Para nosotros no es extraña ni nueva la complicidad de Creel y Gil Díaz en negocios sucios, basta recordar que los dos siniestros personajes son los responsables de la constitución en 1993 del Fideicomiso Aduanas I y de la empresa privada ISOSA (Integradota de Servicios Operativos S.A.), a través de los cuales se cobró ilegalmente el Derecho de Trámite Aduanero (DTA) a todos los importadores y exportadores de la República Mexicana y de cuyos fondos aún se guardan 8 mil millones de pesos en un fideicomiso privado abierto en Nacional Financiera.

Pero volvamos al negocio sucio de los permisos para juegos y sorteos entregados desde los sótanos de Gobernación. Resulta que por estos días el Grupo Televisa abrirá en Puebla su primer centro de apuestas con bingo, videolotería y melate, como una manera de competencia desleal en contra de las empresas Pronósticos y Lotería Nacional, pues al parecer buscarán incluso instalar las casas de juego al lado de las de Pronósticos. Es decir, el plan Creel-Gil Díaz se cumplió para beneficiar a la empresa Televisa, aunque todavía no se sabe a cambio de qué.

Lotería: ex monopolio de los sorteos

A finales del año pasado, una buena nota de la reportera Elizabeth Velasco, publicada en el diario La Jornada, daba cuenta de que la empresa de origen holandés Novamedia se convierte en la principal competidora de la Lotería Nacional, gracias al permiso que le otorgó la Secretaría de Gobernación, según una denuncia que hacía el dirigente de la agrupación Di no a los casinos, Daniel Olivares Villagómez.

Según la información, dicho permiso había sido autorizado por el propio Carlos Abascal, titular de Gobernación, y consistía en permitir esquemas de juego muy similares a los de la Lotería Nacional. De confirmarse todo lo anterior, estaríamos ante un desmantelamiento de las pocas empresas, en este caso de juegos y sorteos, que le dejan dividendos al gobierno federal y que antes de que concluya su gobierno, Vicente Fox pretende deshacerse de ellas para evitar que un gobierno distinto al PAN pueda operarlas y con ello obtener mayores recursos para su operación.

Así, considerada hasta hace poco el monopolio de los sorteos, la Lotería Nacional vive ahora una creciente competencia que le merman sus finanzas y su operación. A 235 años de su constitución, la Lotenal enfrenta un nuevo escenario que le resta competitividad en el mercado que, paradójicamente y al menos en el terreno formal, monopolizó por más de dos centenarios.

El director general de la Lotería, Tomás Ruiz González, reconoce que desde el punto de vista administrativo, la institución se encuentra en una situación muy complicada porque se ha enfrentado a una mayor competencia. “La Lotería, que originalmente tuvo el monopolio de los sorteos en México y de los recursos para la asistencia pública, tiene que enfrentar mayor competencia tanto de particulares como de opciones que ni siquiera son legales, de sorteos y de juegos que se manejan de manera clandestina e ilegal en el país.”

El funcionario explica que entre los principales competidores que se apropian del mercado destacan las loterías instantáneas, como los famosos rascaditos privados, que operan con y sin autorizaciones, además de los juegos clandestinos que se practican en algunos estados de la República, sobre todo en ferias errantes.

Ante la pérdida de competitividad, la institución creada en 1770 bajo el nombre de Real Lotería General de la Nueva España, ya genera estrategias para recobrar participación en el mercado. “Estamos tratando de modernizar a la institución en algunos aspectos donde venía muy rezagada para que esté en mejores condiciones de enfrentar la competencia que vemos en el mercado, y más ahora con las nuevas autorizaciones a otros particulares para poder llevar a cabo distintas formas de juegos y sorteos, pues la Lotería tiene que actualizarse”, dice Tomás Ruiz, quien también fuera subsecretario de Hacienda.

Ruiz González agrega que para ello se ha revisado la estructura de los sorteos. “Estamos buscando nuevos productos que puedan ser más atractivos para universos de gente más joven que está en busca de otras alternativas de juegos y sorteos, hemos cambiado la imagen y el diseño de los billetes y hemos buscado modernizarnos en esta parte para competir mejor.”

Transforma México

En julio del año pasado, Tomás Ruiz fue convocado por Vicente Fox para asumir la dirección de la Lotería Nacional. Su llegada se dio en medio de severas acusaciones en contra de su predecesora Laura Valdez, ha quien se le relacionaba con supuestos desvíos de recursos públicos a favor de la fundación Vamos México, presidida por su amiga y esposa del presidente, Marta Sahagún.

En aquélla época se especulaba que la ex directora había utilizado de manera irregular los recursos captados por el fideicomiso Transforma México. Ruiz González recuerda: “se trataba de un momento complicado porque políticamente se habían hecho cuestionamientos importantes, sobre todo en relación con el destino de los recursos que recauda la Lotería para la asistencia social, se había cuestionado la figura del fideicomiso Transforma México.”

El funcionario señala que desde que asumió el cargo “hemos trabajado precisamente para transparentar y aclarar cómo se habían utilizado los recursos para la asistencia social durante los primeros cuatro años de este gobierno.”

Y sobre la transparencia a la que está obligado el organismo asegura: “Durante este año hemos hecho una tarea a fondo por transparentar a la institución, para ello hemos atendido una serie de auditorías muy exhaustivas en la Lotería, tanto por la propia Secretaría de la Función Pública como por la Auditoría Superior de la Federación (ASF). De hecho todavía seguimos en el proceso de aclaración, pero afortunadamente en sus últimas etapas.”

El director de la Lotería destaca que ya se han logrado avances muy importantes en el informe que presentó el Auditor Superior de la Federación sobre la Cuenta Pública del año 2003. “Ya tuvimos un primer resultado positivo para la institución en el que se aclaró que del fideicomiso de la Lotería no se desviaron recursos para la organización Vamos México, no hay ningún desvío en este sentido, ni desvíos que pudieran tener un contenido político para apoyar a parientes o a personas relacionadas con la familia del presidente”, precisa Tomás Ruiz.

Sin embargo, en su más reciente informe sobre la revisión y fiscalización de la cuenta pública 2003, la ASF determinó que en la operación del fideicomiso Transforma México se registraron anomalías por más de 31 millones 900 mil pesos.

Al respecto, Tomás Ruiz advierte que las observaciones de la ASF se refieren a “errores administrativos” de las organizaciones beneficiadas y de la propia institución. “La Auditoría Superior fue hasta el detalle de ver incluso cómo habían operado los programas, se fue a los lugares para ver la obra específica y descubrió irregularidades pequeñas pero no en el destino de los recursos, sino en el cumplimiento de los tiempos.”

Aclara que “no se trata de desvíos de recursos, a excepción del caso de Provida, pero en el grueso de las organizaciones se comprobó que el destino de los recursos estaba cumplido, sin embargo se habla de faltas al contrato que ascienden a un monto cercano a los 30 millones, porque o no se hizo la comprobación en tiempo o se pidió una prórroga que se atendió fuera de tiempo.”

No obstante, para el funcionario “hay casos desafortunados en los que tenemos que ser muy claros en descalificar como el caso de Provida, porque hasta donde tenemos conocimiento si hubo un incumplimiento del contrato y por eso está actuando la Lotería y el fideicomiso, en particular, con todo el rigor para obtener la devolución de los recursos con todo y sus intereses y para perseguir a los responsables presentando las denuncias penales, porque éste si es un caso de desvío de recursos por 3 millones 400 mil pesos.”

Tomás Ruiz reconoce que el fideicomiso fue una “buena idea” pero detalla que presentó errores de instrumentación. “Lo que buscaba el fideicomiso era precisamente darle transparencia a algo que durante muchos decenios había sido una caja negra: los recursos de la Lotería; todo el mundo se preguntaba a dónde iban los recursos que recauda la Lotería y en esta administración se intentó dar transparencia y de una figura donde además del gobierno participen organizaciones de la sociedad dedicadas a la asistencia social, por eso el Comité Técnico del fideicomiso estaba representado por organizaciones civiles dedicadas a la beneficencia. Pero aunque el propósito era dar transparencia, desafortunadamente no se logró y se convirtió en lo contrario, en un problema político porque no se supo manejar de manera más abierta.”

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