Unos días antes de que el PAN y el PRI votaran en la Cámara de Diputados para retirarle el fuero a Andrés Manuel López Obrador, jefe de gobierno del Distrito Federal (7 de abril), un pequeño y casi discreto grupo de elementos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), en coordinación con elementos de la Procuraduría General de la República, se trasladaron a la ciudad de Villahermosa, Tabasco, la tierra del precandidato presidencial perredista.

La operación secreta, orquestada desde las oficinas de los máximos órganos de espionaje gubernamental, era parte de ese complot que después del anuncio presidencial parece haber cerrado un negro capítulo en contra del jefe de gobierno capitalino.

El objetivo del comando de agentes especiales en espionaje e investigación era muy preciso: descubrir las “millonarias” propiedades de la familia López Obrador para poder fincarle responsabilidades penales por el delito de peculado al más fuerte candidato en las aspiraciones para suceder en la Presidencia de la República a Vicente Fox.

Así, en uno de esos días de intensa búsqueda el grupo de espías arribó hasta la zona de Palenque, Chiapas. Hasta entonces, los agentes del Cisen tenían informes de un hotel de cinco estrellas propiedad de familiares de López Obrador, además los informes confidenciales relataban que sus parientes se transportaban en lujosos vehículos, como era el caso de su hermano Pío López Obrador, a quien el gobierno foxista pretendía hacer pasar como el nuevo hermano incómodo.

Pero cuando los investigadores policiacos llegaron al hotel de referencia, su sorpresa fue tan grande que todos sonrieron al encontrarse con una miserable pensión que sólo hospeda a campesinos chiapanecos y tabasqueños, de esos que forman parte de los 75 millones de mexicanos que viven en pobreza extrema.

Pero el reporte que dieron los agentes de inteligencia tenía que ser completo e investigaron más a fondo a la humilde posada hasta detallar que el costo por catre se cubre, generalmente, en especie. Y es que para pasar la noche en el hotel de los familiares de Andrés Manuel, lo mismo se paga con una gallina que con una docena de huevos o un guajolote si es una familia completa.

¡Ah!, por cierto, el automóvil de súper lujo que maneja Pío López Obrador, el “hermano incómodo”, es un destartalado y descontinuado Volks Wagen, con el cual cruza por las carreteras tabasqueñas y chiapanecas.

El reporte final del Cisen dice: “misión cumplida”

Las Deficiencias del Cisen

Y ya que hablamos de las pifias de los órganos de inteligencia y de la seguridad nacional, uno de los más acuciosos investigadores sobre este tema, Javier Oliva, de la Universidad Nacional Autónoma de México, sostiene que los criterios con los que el presidente Vicente Fox seleccionó a algunos de los responsables de las áreas más delicadas de la seguridad nacional “no tienen ninguna formación ni trayectoria en un tema que requiere de mucha experiencia”.

El caso más reciente que citó el académico es el de Ramón Martín Huerta, a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública federal, a donde llegó este funcionario más por la amistad con el presidente que por la preparación que pueda tener para ocupar un cargo tan importante, “considerando que estamos hablando del tema número uno de la agenda a nivel nacional, no del gobierno, sino de la sociedad”.

Otro ejemplo es el Cisen, en donde explica Oliva que fueron despedidas alrededor de mil personas con la llegada del gobierno foxista, lo que significa un dispendio y desperdicio de cuadros profesionales de ciertas áreas y que ahora estamos viviendo las consecuencias de esos errores.

Otro aspecto muy importante y que poco se ha discutido es la imprecisión, la premura y la anuencia de los legisladores mexicanos por adecuar a nuestro marco legal a las reformas jurídicas que se viven en Estados Unidos, en particular sobre el tema de la seguridad nacional.

Para otro académico de la UNAM y también experto en estos temas de la seguridad nacional, Guillermo Garduño, durante mucho tiempo la idea de seguridad nacional radicó en la idea de que se trataba de la seguridad del gobierno, del régimen político, del partido oficial que era el PRI o de la camarilla que resultara vencedora durante el proceso electoral sexenal.

Sin embargo, sostiene Garduño, hubo un trayecto que llegaron a generar distintos grupos que a nivel institucional se mantuvieron, por ejemplo, el encabezado por Fernando Gutiérrez Barrios, quien formó toda una parte importante de ese tipo de cuadros con una finalidad muy clara: ser parte en ese momento de la guerra fría.

En esa situación, la izquierda fue considerada como un elemento antisistema, lo cual no tenía mayor punto de referencia real, pero en eso indudablemente se cometieron errores extremadamente fuertes, sobre todo persecuciones de disidentes, no enemigos de un régimen.

El otro elemento que no es menos significativo para Garduño son las otras corrientes que de alguna manera resultaron y que todas ellas procedieron de las filas castrenses, tanto el capitán Fernando Gutiérrez Barrios como Javier García Paniagua, quienes formaron distintos grupos y crearon diversas escuelas con intereses muy definidos de defensa, más para un régimen que en beneficio del Estado mexicano

“Hay algo que no debemos perder de vista, qué es lo que busca la inteligencia, busca información que puede ser de dos tipos: secreta o discreta, secreta que está ubicada precisamente en los niveles más altos de decisión, conocer esa información significa poder anticipar situaciones e inclusive vulnerar intencionalidades, en el caso de la información discreta implica niveles de corte operativo”, explica Garduño.

Pero el objeto de la inteligencia cambia, y este es otro de los elementos que hay que considerar, han cambiado también las personas porque también ha cambiado el objeto mismo a ser considerado. Si cambió el régimen priísta y se busca en este momento otro proceso de integrar un nuevo sistema político, tiene que haber un nuevo sistema de inteligencia porque tendría que haber otro tipo de información.

En ese sentido, anteriormente era indispensable privilegiar la vida privada de muchísimos políticos, periodistas y de mucha gente que ellos consideraban, pues simplemente cualquier disidente era un enemigo, y en el momento actual hay otra serie de prioridades, pongamos el caso de que la mayoría de la información de la central de inteligencia que fue la llamada amenaza comunista, una vez que se deshace la Unión Soviética quedan como archivos abiertos a la historia, ya no es información, llega un día en que definitivamente concluye. Ahora si que se requiere por ejemplo espionaje industrial, para lo cual los viejos espías ya no sirven, se renueva todo y se renuevan los objetos a ser sujetos de espionaje.

Garduño sostiene que si en este momento hay un Tratado de Libre Comercio que no va a llegar a un proceso de integración porque no lo pretende, pero al mismo tiempo el sistema financiero es prácticamente de bancos internacionales, el hecho de que llegue un empresario al Cisen no es casual, porque ahí están depositados intereses extremadamente poderosos que tienen que ser altamente sensibles a cualquier movimiento de la sociedad mexicana, y el caso argentino nos alerta en una idea de lo que puedan hacer estos grupos financieros con respecto a un país y cómo vulnerarlo en horas.

La Agenda de Seguridad de EU

Influido el gobierno foxista por la agenda de la seguridad interna de los Estados Unidos, Javier Oliva sostiene que en el caso de las relaciones con el país vecino éstas se han visto tremendamente afectadas no sólo desde los atentados del 11 de septiembre, sino también con el incremento de los flujos migratorios.

En la reunión de Waco que se dio en Estados Unidos, entre los temas que se trataron fueron la seguridad y la migración, pero no la migración como un fenómeno de articulación, sino como un fenómeno que propicia riesgos.

Oliva afirma que una vieja pretensión de la derecha estadounidense es precisamente controlar los derechos civiles y políticos de sus ciudadanos, es una aspiración que tienen desde hace mucho tiempo y en estos momentos se dan las condiciones propicias para que alguien que parezca sospechoso frente a los criterios de no sé quién, pueda ser detenido, incomunicado e investigado sin derecho a protección judicial. Esa es la impunidad estadounidense.

Esto es muy importante plantearlo porque en México se han dado reformas jurídicas que con la dinámica que estamos viviendo no se le han dado la atención suficiente, por ejemplo está la posibilidad de que ahora el presidente de la República pueda, sin la anuencia del Senado, disponer del envío de tropas mexicanas al extranjero, lo cual es algo muy serio porque es lo que le ha permitido a la política exterior de México convertirse en un puente, en el ámbito propicio para la reflexión y discusión de puntos de países discordantes, por ejemplo Cuba, Nicaragua y El Salvador, que en su momento negociaban en México precisamente por la autonomía de la política exterior.

Para Javier Oliva la acumulación de estos faltantes está colocando al país en puntos de alta vulnerabilidad, en donde por ejemplo el agua, la migración, la deforestación y la sobrepoblación no deberían ser temas de la agenda de seguridad nacional. El hecho de que metamos en un mismo costal todos los temas, denota la falta de políticas públicas instrumentadas para prevenir que esos problemas se agraven, en esos términos va creciendo la agenda de seguridad nacional conforme crece la incapacidad del gobierno para amortiguarlos.