Lunes 04 de Abril de 2005

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El viernes pasado informamos en este espacio que el proceso de desafuero en contra del jefe de gobierno capitalino, el cual ya avanzó de la Comisión Instructora al pleno de la Cámara de Diputados, colocó en alerta máxima a los órganos de defensa y seguridad nacional, y entre las primeras medidas las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina ordenaron el acuartelamiento de sus elementos en prevención de protestas y movilizaciones sociales en todo el país. Así, peligrosamente, el gobierno federal a través de las fuerzas armadas se prepara para enfrentar a una sociedad que no está dispuesta, una vez más, a que se elimine a su candidato con mayor aceptación entre la población para ascender a la Presidencia de la República.

Baste recordar lo sucedido en 1988, cuando Cuauhtémoc Cárdenas ganó la Presidencia y el PRI-gobierno tiró el sistema y alteró las actas para evitar que llegara el PRD a Los Pinos. Otro caso de canibalismo político en el PRI fue el homicidio de Luis Donaldo Colosio, el candidato priísta que el salinismo asesino ante el temor de que investigara y llevara a juicio las corruptelas de la familia Salinas.

También dimos cuenta en la columna de la lucha interna entre los diversos grupos del Ejército para irse posicionando en la Sedena con miras a la sucesión presidencial de 2006, circunstancia que el propio presidente Vicente Fox alentó en todo el país y que ha causado graves problemas.

Pues esa información investigada entre fuentes militares y asesores de la seguridad nacional generó reacciones de la Secretaría de la Defensa Nacional y el general brigadier diplomado del estado mayor Efrén Martínez Guzmán envió una carta para su publicación en este espacio.

La Carta de la Sedena

“En relación a la columna periodística publicada en esta fecha titulada ‘Oficio de Papel’ de la autoría del Sr. Manuel Badillo (aquí debería decir Miguel Badillo), en la que entre otras cosas señala … El periodista explica en su artículo que en el proceso de sucesión para relevar al actual secretario de la Defensa Nacional en el 2006, el general Tomás Ángeles Dauahare encabeza la lista de los generales de división que participan en la carrera para suceder a Gerardo Clemente Vega García, pues según expertos en el tema es quien reúne las características para encabezar una transición tersa en las filas del Ejército, sobre todo cuando el escenario más probable de la sucesión es que el PAN no repetirá en la Presidencia de la República…

“Sobre el particular es pertinente señalar que la información es totalmente errónea, toda vez que la decisión para designar al próximo Secretario de la Defensa Nacional, no se toma en la presente administración ya que la decisión la tomará el próximo Presidente de la República quien de conformidad con las facultades y obligaciones que le confiere el artículo 89 Fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, designa a los Secretarios de Estado.

“Por otra parte esta Secretaría de la Defensa Nacional, no es un partido político y por lo tanto esta Dependencia del Ejecutivo Federal no promueve a ningún elemento para ocupar el cargo citado.

“Por lo anterior y con fundamento en lo establecido en los artículos 21 y 27 de la Ley de Imprenta, agradeceré a usted instruir a quien corresponda a fin de que se publique la presente aclaración.

“Sin otro particular, le envío un cordial saludo y las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.

“Sufragio efectivo, no reelección.
El director general de Comunicación Social
Gral. Brig. DEM Efrén Martínez Guzmán”

Confirma Sedena el Acuartelamiento

Vayamos por partes con relación a la carta de la Defensa. En primer lugar, la nota pues, la Sedena no niega la información sobre el acuartelamiento de efectivos del Ejército y de la Marina, ante la inminente movilización social que se generará si procede el desafuero del jefe de gobierno del Distrito Federal, así como la alerta máxima que hay entre los órganos de defensa y de seguridad nacional por el mismo motivo, pero de esto nada comenta en su carta el Ejército, lo que confirma este hecho revelante, sobre todo si se tiene en cuenta que en los casi cinco años de la actual administración foxista ésta es la primera vez que los recursos humanos de las dos secretarías de Estado, Sedena y Marina, son sometidos a una orden de esta naturaleza.

Escribimos el viernes anterior que “en los pasillos de la dependencia se afirma que el secretario de la Defensa Nacional fundamentó su decisión en el clima social y político que envuelve al proceso, pues la orden de acuartelar al Ejército obedece a los difíciles tiempos políticos”.

En ese sentido, el experto académico en materia de seguridad nacional, Guillermo Garduño, de la Universidad Autónoma Metropolitana, explicó que el acuartelamiento del personal administrativo es un elemento de tipo logístico y de apoyo, pues esta orden “sólo se da cuando el servicio lo demanda y, definitivamente, se trata de una situación discrecional”. El analista de temas militares considera que la medida suele darse cuando la sociedad está en riesgo o cuando el personal tiene un trabajo especial. Pero en una situación política, dice, “tiene muchísimo tiempo que no se presenta, por lo menos nunca hacia el personal administrativo, nunca”. Recuerda que, incluso después de las controvertidas elecciones de 1988, esta esfera no fue tocada, y el personal de las fuerzas armadas sólo se dedicó a patrullar la ciudad.

En este momento que el gobierno de Vicente Fox arguye su disposición a la apertura informativa y rendición de cuentas, sería conveniente que el Ejército y la Marina informaran claramente a todos los mexicanos sobre su decisión de acuartelar a sus elementos y los motivos que tuvieron para tal decisión, pues eso evitaría especulaciones informativas y daría confianza sobre las acciones militares. Me parece que ante el difícil momento político y social que vive el país debería haber disposición gubernamental para informar con precisión las acciones militares adoptadas.

Sobre el caso del que sí se ocupa en su carta la Sedena y que se refiere a las pugnas internas en esa Secretaría ante la sucesión del 2006, nunca afirmé que vaya a ser Vicente Fox, por fortuna, quien vuelva a ser el responsable de designar al secretario de la Defensa próximo, lo cual tampoco anula el enorme interés que existe entre los militares para aspirar legítimamente a suceder en el cargo al secretario Clemente Vega, aunque esto dependerá de quién sea el próximo presidente de la República.

Por lo que toca a la Secretaría de Marina, la información que tenemos es que desde el domingo 27 de marzo todo el personal varonil, administrativo y operativo que se encuentra en la capital del país, fue acuartelado 24 horas antes de que se diera a conocer el dictamen de la sección instructora de la Cámara de Diputados, mientras que el personal femenino recibió la misma orden y a todos se les pidió que fueran vestidos de civil para poder infiltrarse, dado el momento, en cualquier contingente de manifestación social en apoyo al jefe de gobierno del Distrito Federal.

Alerta Máxima y Acuartelamiento

El experto en asuntos militares Guillermo Garduño, profesor de la UAM, explicó que corresponde a la mayoría del pleno de la Cámara decidir si procede o no el desafuero, pero esta acción fue iniciada por el Poder Judicial y eso es importante, porque es la primera ocasión en la historia del país que se inicia así un proceso de desafuero y sería tremendo en igualdad de poderes, en este caso, al haber hecho la solicitud a través de la PGR y que no se hubiera procedido, porque entonces si hay desacato efectivamente.

Yo no defiendo a ninguno, dice Garduño, pero esta es una situación totalmente diferente, ya que desde el punto de vista jurídico se declaró procedente, aunque no se dieron elementos de carácter jurídico frente al ministerio público ni tampoco frente a la sección instructora.

Sobre el acuartelamiento de las fuerzas armadas, Garduño afirmó que esto ocurre sólo en caso de alerta máxima y se da cuando se busca una situación de prevención; entonces si se hizo una cosa de esta naturaleza sería ridícula, porque además el Ejército por reglamento interno no puede meterse en estos asuntos y la última instancia es la Policía Federal Preventiva.

El académico consideró que no se debe sobreponderar a un actor político, y señaló que la izquierda en México ha actuado casi siempre en torno a lo que denomina la política de masas y ésta lleva la siguiente dinámica: primero es un elemento contestatario, posteriormente viene la gran movilización, de la movilización se desarrolla hasta los niveles máximos, se llega al punto culminante y después sigue el desgaste.

Entonces estamos a más de una año de las elecciones y no se justifica una medida como esa, pero si las elecciones fueran mañana, “yo si lo consideraría un asunto de seguridad nacional, pero antes de que eso se haya dado definitivamente no. Yo le garantizo que desde hace un tiempo la lucha política es totalmente diferente, desde las esferas del poder que desde fuera del poder. Ahora cuenta con el poder institucional de la jefatura de gobierno y eso le permite mover recursos, gente y el aparato gubernamental, sin eso, hacerlo es prácticamente imposible por los altos cosos que representa”.

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