• Las 14 cuartillas del convenio que firmó Pemex
• Muñoz Leos infló recursos entregados al STPRM
• De 4.3 mil millones aceptados se elevó a 7.8 mil
Como un rehén del sindicato petrolero, el gobierno federal asumió sin protestar el problema en el que lo metió el director general de Petróleos Mexicanos, Raúl Muñoz Leos, quien extrañamente dicen en Pemex elevó de 4 mil 300 millones a 8 mil millones de pesos las partidas presupuestales que esa empresa petrolera comprometió entregar al sindicato como parte del convenio salarial firmado el pasado 26 de julio.
Aunque 4 mil 300 millones de pesos también es mucho dinero, la verdad es que nadie puede explicar cómo es que Muñoz Leos ordenó donarle a los líderes sindicales otros 3 mil 500 millones cuando ya habían aceptado la primera cifra. Todo indica que por la firma del director general en dicho convenio salarial alguien recibirá jugosas comisiones y, lo peor del caso, es que el gobierno foxista ha avalado con su silencio las irregularidades y posibles corruptelas en que han incurrido, una vez más, los funcionarios petroleros.
¿Cómo creerle entonces a Vicente Fox eso de que su gobierno es enemigo de la corrupción, si en un hecho tan evidente de violaciones legales e irregularidades administrativas lo más que se han atrevido a decir es que intentarán renegociar el convenio salarial con un sindicato de filiación priísta que bravuconamente se mofa y los enfrenta?
La principal evidencia de la enorme torpeza y gran corrupción que hay en Pemex, es el convenio que con carácter confidencial fue elaborado en 14 cuartillas y varios anexos bajo el número 10275/04 y que firmaron el director general Raúl Muñoz Leos y el secretario general del STPRM, Carlos Antonio Romero Deschamps, en donde ambos servidores públicos se sirvieron con la cuchara grande de los fondos públicos de los mexicanos.
Dicho documento confidencial en poder de Oficio de Papel detalla el flujo de 4 mil 200 millones de pesos que el director de la paraestatal comprometió a Pemex para entregarlos en los próximos dos años a un “Fondo Sindical de Vivivenda”, manejado discriminadamente por el líder petrolero Romero Deschamps.
Además, Muñoz Leos aceptó que los recursos que el sindicato petrolero mantiene depositados en la cuenta número 6MH215309 del Pershing, L.L.C., en Nueva York, por 43 millones de dólares, algo así como 500 millones de pesos, sean repatriados a México y entregados a los líderes sindicales con todo y los intereses generados.
Pero si aún alguien duda de la mafia que liderea ese sindicato petrolero en perjuicio de los propios trabajadores y que mantiene contra la pared al gobierno foxista, en otro documento del 18 de julio de 2003 y firmado también por Raúl Muñoz Leos y Carlos Antonio Romero Deschamps, se compromete a Pemex a entregar al sindicato 60 millones de pesos “como pago por las erogaciones generadas por esa organización sindical durante todo el proceso de revisión contractual por el bienio 2003-2005”. Es decir, que sólo porque los líderes sindicales se sienten a negociar Pemex se obliga a pagarles con recursos del erario federal 60 millones de pesos que van a parar a los bolsillos de los dirigentes petroleros.
El Convenio número 10275/04
En el inciso 7 relativo al programa de vivienda, Pemex aceptó suministrar 4 mil 200 millones de pesos para la creación de un “Fondo Sindical de Vivienda” propiedad del STPRM, destinado a la compra de terrenos para supuestamente construir 10 mil viviendas para los trabajadores.
La primera entrega de fondos públicos por mil 100 millones de pesos se debió haberse concretado el 31 de agosto pasado, para cubrir 2 mil 600 viviendas. El segundo monto por mil 700 millones se entregará el 31 de marzo del 2005, para 4 mil 50 viviendas. La tercera donación de recursos petroleros sería por mil 400 millones a más tardar el último día de marzo de 2006 y esto permitirá tener 3 mil 350 viviendas más.
El documento también establece que los créditos hipotecarios que se otorguen a los sindicalizados ampliaron los plazos de 15 a 25 años.
Otras prestaciones aceptadas por Pemex son que antes del 1º de mayo de cada año, la empresa entregará al sindicato petrolero 22.3 millones de pesos como ayuda para gastos de los “festejos relacionados con el desfile”; antes del 18 de marzo de cada año, 12.5 millones para los “festejos del aniversario de la expropiación petrolera”; antes del inicio de cada revisión salarial anual, 80 millones de pesos, también para festejar.
Otra irregularidad de este convenio es su retroactividad, pues las cantidades anteriores de dinero para festejos y desfiles, Pemex aceptó pagar los montos correspondientes a los años 2001, 2002, 2003 y 2004, por lo que la cifra se elevó a 459 millones de pesos, de los cuales 250 millones se entregarán inmediatamente y el resto a plazos.
Y previsores de que este convenio generaría respuestas negativas tanto de algunos sectores gubernamentales como de la sociedad, y para cubrirse de cualquier reclamo posterior, se incluyó una cláusula en donde Pemex y el STPRM se obligan a ratificar el convenio ante la Secretaría Auxiliar de Conflictos Colectivos, en donde solicitaron que se elevara a la categoría de laudo ejecutorio con la calidad de cosa juzgada, es decir que ya no se puede renegociar como pretende el Consejo de Administración y como asegura el gobierno foxista.
En cuanto a las demandas laborales que hay en contra de Pemex, las partes se comprometieron a formar equipos de negociación para revisar por lo menos 7 mil demandas en lo que resta de 2004 y 2005.
Como ya se ha señalado, el convenio establece un incremento del 4 por ciento al salario y un incremento del 22 por ciento en la canasta básica que se entrega a los sindicalizados. Además, hay un aumento de 14 por ciento por concepto de productividad, el cual se otorgará al trabajador cada catorcena. Las pensiones jubilatorias se incrementarán en un 4 por ciento.
Otro tema en donde el sindicato asume las funciones de administrador de la empresa, es el relativo a la flota petrolera, pues pidió y se aceptó que durante este año Pemex rente a casco desnudo un buque tanque convencional y que al término de 5 años de arrendamiento se adquiera o se rente con opción a compra; en 2004 se rentará un buque tanque gasero y al término de 5 años se renovará el contrato y el buque; para el 2005 se rentarán 3 buques tanques convencionales y al término de 5 años de arrendamiento se adquirirán o se rentarán con opción a compra, y que las embarcaciones propias o rentadas por Pemex para servicios de transporte de bienes o personas, abastecedores y remolcadores en las zonas marinas, tengan tripulaciones de personal sindicalizado y de preferencia será el personal marino comisionado en su residencia.
Sobre los activos de Pemex Exploración y Producción y la Unidad Autónoma de Perforación, se acordó que en un plazo de 30 días se lleve a cabo una reunión para analizar la denominación de los activos, a fin de adecuarla a lo señalado en el Contrato Colectivo de Trabajo. También que las categorías de perforador y encargado de operación de equipo y reparación y de terminación de pozos se mantengan en el régimen de confianza.
Servicios médicos de Pemex
Otro rubro que causa escozor es el relativo a los servicios médicos, en donde Pemex “satisfizo totalmente las peticiones del STPRM”, al aceptar otorgarle 2 mil 826 millones de pesos para los años 2005 y 2006. Y para que no haya errores, el documento firmado por el director general Raúl Muñoz Leos establece que “en septiembre de 2004 se verificará que Pemex haya obtenido la autorización de la cantidad total antes señalada y en caso contrario el STPRM requerirá el cumplimiento respectivo ante las autoridades laborales competentes”.
En el espinoso tema de las plazas laborales tan peleadas en Pemex, la empresa aceptó que en un plazo de 30 días hábiles se transfieran del régimen de confianza al régimen sindical, 5 mil 15 plazas, y advierte el documento que continuarán con el análisis de las actividades de las plazas de confianza de los niveles 30 a 35, para que en un periodo de un año se defina que se hará con ellas. Es decir, los líderes sindicales ordenan a Muñoz Leos qué se hace en Pemex y cuáles son las prioridades.
En el cláusula de escuelas y campos deportivos, el convenio salarial establece que entre agosto y septiembre de este año, Pemex destinará 32 millones de pesos para el mantenimiento y rehabilitación de 34 escuelas; a más tardar el 31 de diciembre de 2004 donará otros 80 millones al sindicato para el mantenimiento de instalaciones deportivas, y otros 120 millones para el mismo rubro a más tardar el 31 de marzo de 2005. Para agosto de 2004 se debieron entregar 49 millones de pesos para la construcción del Centro Deportivo de Ciudad del Carmen, Campeche.
Hasta aquí este es el convenio que firmó Raúl Muñoz Leos, quien llegó a la Dirección General de Pemex bajo el argumento foxista de que por el hecho de haber trabajado en el sector privado, como director general de Dupont, manejaría eficientemente a la empresa petrolera y la haría rentable, pero a cuatro años del experimento foxista, Pemex se hunde en un mar de corrupción y complicidades entre directivos y líderes sindicales.