• Sin límites el PRD impulsa a ex priistas
• En Hidalgo apoya a José Guadarrama
• En Quintana Roo postula a un panista
Bajo la dirección nacional de Leonel Godoy, el PRD no sólo ha perdido credibilidad, honestidad y transparencia, sino también la capacidad para elegir entre sus bases a los candidatos a puestos de elección popular y, en cambio, se ha convertido en una sucursal de los desechos priistas.
El caso más reciente ocurrió en Hidalgo, en donde lo que fue el partido de “izquierda mexicana” aceptó apoyar en coalición con Convergencia al priísta José Guadarrama Márquez para la candidatura al gobierno del estado, quien al ser marginado por su partido, el PRD le abrió las puertas sin importar principios o valores, lo cual no sólo confirma la nula fuerza de los perredistas al interior de la República, sino que pone en riesgo a cualquiera que sea su candidato a la Presidencia.
Otro patético caso de sumisión perredista a los intereses de priistas, es lo ocurrido en Quintana Roo, en donde el PRD lanzó como candidato a la gubernatura del estado a Juan Ignacio García Zalvidea, ex diputado panista y ex alcalde por el Partido Verde, y lo más preocupante de esta alianza es la relación que mantiene la familia García Zalvidea con el senador panista Diego Fernández de Cevallos y el ex procurador Antonio Lozano Gracia, quienes fueron los abogados defensores de Fernando García Zalvidea, hermano del ahora candidato y quien enfrentó acusaciones de la PGR por “lavado” de dinero y vínculos con el cártel de Juárez, lo que lo mantuvo en una prisión de alta seguridad y después fue exonerado.
Pero a Godoy no le importa la estrecha relación de los García Zalvidea con los panistas ni las investigaciones que hubo por vínculos con el narcotráfico, pues el líder perredista es capaz de aliarse con cualquier candidato que le asegure unos cuantos votos, sin importar antecedentes ni trayectoria.
Un ejemplo de esa estrecha relación entre García Zalvidea y Fernández de Cevallos que parece no importar al PRD, queda al descubierto en aquellas grabaciones de las que fueron víctimas y que revelan el tráfico de influencias a cambio de “montañas de dinero” empleado por el senador panista para liberar a Fernando García Zalvidea.
Según la PGR, el delito de lavado de dinero que involucraba a García Zalvidea se cometió durante la adquisición del Hotel Gran Camino Real, cuya inversión ascendió a 35 millones de dólares, cantidad que el empresario obtuvo de un préstamo del banco estadounidense Lone Star, supuestamente con ayuda del ganadero Ricardo Ortega, también acusado de nexos con el narcotráfico.
“No tengo más que agradecer las gestiones que hayan hecho el señor Lozano y el señor Diego Fernández de Cevallos para esclarecer esta injusticia, porque efectivamente, se mencionaban montañas de dinero; y si es cierto, el crédito que dio el banco Lone Star para comprar el Gran Caribe Real al Gobierno federal, que es a quien se le compró, fue de 35 millones de dólares; y esa montaña de dinero que fue de un crédito para comprar un hotel, la pretendió desconocer la Procuraduría General de la República y eso es lo que fue una injusticia”, dijo el empresario García Zalvidea en una entrevista.
En cuanto a la presión que ejercieron los dos políticos panistas sobre el fiscal antidrogas de ese entonces, Mariano Herrán Salvatti, García Zalvidea argumentó: “Si, efectivamente trataron de hablar con el señor Herrán Salvatti para que no siguiera investigando, fue porque llevé 16 meses privado de mi libertad injustamente bajo esa suposición, esa mentira, y de lo cual, pues, no tengo más que agradecer a las personas que hayan procurado justicia”.
Las pruebas de las grabaciones
El 2 de mayo de 2000, el senador panista Diego Fernández de Cevallos y el ex procurador Antonio Lozano Gracia acordaron una reunión con el entonces procurador general de la República, Jorge Madrazo Cuellar, para lograr que se le quitara la vigilancia judicial a García Zalvidea.
Diego Fernández de Cevallos (DFC): Toño.
Antonio Lozano Gracia (ALG): Hola Diego ¿cómo estás?
DFC: Aquí, trabajando un poquito…
ALG: Oye, hablando de asuntos, habría que ver este asunto cómo lo finiquitamos, quiero comentarlo contigo. Y también comentarte de los asuntos que están pendientes, de ese asunto de Fernando (García Zalvidea) para apoyarlo, pero sabes que me reuní con el hermano de Fernando (Ignacio García Zalvidea) ayer y todo va muy bien, van teniendo éxito las gestiones de Fernando.
DFC: Que bueno.
ALG: Entonces, creo que ahí será ya un apuntalamiento para que pueda concluir lo que está pendiente con nosotros a través de la obtención del crédito.
DFC: Perfecto Toño.
ALG: Bueno, esas dos, luego…
DFC: Yo creo que ya no le muevo mucho acá a lo de la Procuraduría ¿no?
ALG: Pues ahí sería solamente para efectos de que se le quitaran a Fernando las gentes que estaban ahí todavía, que están gravitando como si fueran interventores, que ya sabrás que el director general de bienes asegurados anda prófugo ¿no?
DFC: Sí.
ALG: Porque se descubrió que, cuando menos una parte de ese dinero del oficial mayor era por su conducto, entonces de esa dirección dependen todos estos tipejillos que gravitaban en los bienes asegurados, a veces alquilándolos, a veces hasta vendiéndolos, como en este caso, con una supuesta intervención y todavía no se van. Entonces, sería el único punto que había de tratar con este señor respecto de Fernando…
DFC: Mira, yo creo que hay que llamarle a Germán (Arturo Germán Rangel) para que nos tenga hoy mismo una copia simple del avalúo, no vaya a ser que traiga gato encerrado; las cifras generales no suenan mal, pero no vaya a ser que traiga gato encerrado…
ALG: A eso voy a las cinco de la tarde.
DFC: Fíjate, a mí me gustaría no presionar mucho la cita con el procurador para tratar de ver si tuviéramos que precisar algo, tuviéramos que aclarar algo, presentarle respetuosamente la queja, decirle ‘oye, nos están diciendo esto, pero leído tiene esta girivilla…’.
ALG: Correcto.
DFC: O sea, a mi lo que me interesa rápidamente es tener eso, ¿Por qué hasta las cinco y no lo mandas ahorita? Para que hoy a las cinco ya tengamos la copia del dictamen…
ALG: Él tiene una audiencia.
DFC: Pero a lo mejor le llamas y se pasa al juzgado.
ALG: Bueno, yo voy a procurar agilizarlo todo lo posible Diego.
DFC: Nada más una fotostática simple, esa se la dan en diez minutos.
ALG: Si, voy a hacerlo y en todo caso te comunico cualquier cosa.
DFC: Por favor, pero si urge que sea una copia simple para que si hoy me da cita el procurador o mañana en la mañana, yo poder decirle: oye, pasó esto, gracias, en el sentido de que fueron derechos, etcétera, pero cualquier problema que haya, al rato no le vayamos a decir: oye, te di las gracias pero ahora resulta con que tenía gato encerrado, ¿no?
ALG: Si, yo te aviso.
DFC: Bueno
El 18 de marzo del 2000, Fernando García Zalvidea se comunicó con Arturo Germán Rangel para conocer los avances de su caso, en torno al préstamo con el que supuestamente se adquirió el Hotel Gran Caribe Real. En esta conversación figuró un nuevo nombre: Armando Salinas Torre, ex secretario particular de Antonio lozano Gracia y actual subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación.
Fernando García Zalvidea (FGZ): Bueno, cómo estás Arturito.
Arturo Germán Rancel (AGR): Bien Fer y ¿tú?
FGZ: La verdad bien, muy bien, a gusto.
AGR: Me da gusto oírte y mejor que estés bien.
FGZ: Ojalá que vengas Arturo.
AGR: Si, si voy.
FGZ: Si, está sabroso, lo que sí me da güeva es trabajar.
AGR: Voy la última semana de abril.
FGZ: Sí, cuando quieras, nada más me dices.
AGR: Sí, ya le dije a mi esposa.
FGZ: Oye Arturito, ¿sabes algo de lo que haya pasado con este tema de Lone Star?
AGR: Sí, sé que ayer estuvieron, me dijo el señor Lozano que ya había hablado contigo, pero ayer estuvo en la tarde con Armando Salinas, no sé si te comentó eso.
FGZ: No, con Armando Salinas ¿quién es?
AGR: Armando Salinas fue secretario particular del licenciado en la PGR; él es actualmente diputado de la Asamblea, él propuso al notario para ser candidato a delegado. Entonces, ayer se reunió con él y con el notario, el resultado no lo sé porque hasta la noche se reunía con ellos.
FGZ: Eso es lo que quería saber, el resultado de esa reunión.
AGR: Pero sé por otra fuente que les fue muy bien…
FGZ: ¡Que bueno!
AGR: Creo que, tengo entendido porque me lo dijo ayer en la mañana, que Toño Declaud le había pedido tres semanas, creo que esas ya están, yo desconozco para qué.
FGZ: Yo también…
AGR: Mira, este Toño me pidió que en caso de que no se pudiera evitar que firmara la escritura, que le dieran un plazo de tres semanas para que consiga el papel. No sé que papel y no sé porque tres semanas, pero me dijo que eso ya está.
FGZ: Ha de querer conseguir un papel del gobierno del estado, pero yo ya estuve en Chetumal y no está seguro ese papel, o sea, es probable que nos lo den y es probable que no, y con ese papel ya se suspende la escritura, pero no era seguro que nos lo dieran, ¿me explico?
AGR: Sí, sí, sí, yo suponía que era para tratar de obtener un crédito o algo así.
FGZ: Aparte, lo del crédito ya está prácticamente hecho ¿no?, o sea, es cuestión de 60 días, o algo así, pero el hecho de que se atorara el procedimiento si dependía de un papel del gobierno del estado, o a menos que Toño tenga otras demandas que también necesitaba tiempo, o sea, lo desconozco.
AGR: Bueno, entonces ahí estamos por cualquier cosa.
FGZ: Muy bien Arturo.
AGR: Y si me habla el licenciado y me comenta algo, yo te busco.
FGZ: Oye, tu ya tienes mi celular, el de mi casa, todo ¿no?
AGR: Si, tú me lo diste, ándale.
FGZ: Bye.
El 8 de marzo de 2000, cuatro días después de que García Zalvidea obtuvo su libertad, Antonio Lozano Gracia y Arturo Germán Rangel mantuvieron una conversación sobre el pago de los honorarios al despacho de Diego Fernández de Cevallos por su defensa.
Arturo Germán Rangel (AGR): Bueno.
Antonio Lozano Gracia (ALG): Sí, Arturo ¿vienes en camino?
AGR: Ya estoy aquí afuera. Estoy esperando al Chacho (Juan Ignacio García Zalvidea) y a Fernando (García Zalvidea), lic.
ALG: ¿Entonces que Fernando hable con Diego (Fernández de Cevallos) en lo que hablamos con el Chacho tú y yo?
AGR: No, yo los vi hace rato en el Tribunal y Fernando le dijo al Chacho, ‘¿oye, vamos a ir para lo del…’ y le dije, ‘oye, pero también el licenciado quiere hablar contigo de los honorarios’, y dijo Fernando que está bien.
ALG: Oye, de la cuestión de gastos, eso no lo hablamos aquí ¿verdad?
AGR: No, porque nosotros no hacemos ni la relación.
ALG: Hablamos sólo de los honorarios y punto.
AGR: Así es.
ALG: Y el planteamiento va a ser 18 ¿no?
AGR: Si, haber qué le dice.
ALG: 18 y luego ajustamos, porque tú me has dado como 600, ¿no?
AGR: Yo ahí tengo la…
ALG: Bueno, ahí lo ajustamos, lo que haya sido.
AGR: Sí, está bien.
ALG: Bueno, ya estoy acá arriba.