Lunes 06 de febrero de 2006

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Antes de que termine el gobierno foxista, el secretario de la Función Pública, Eduardo Romero, exonerará sin duda alguna a los hijos de Marta Sahagún, después que la Presidencia de la República remitió la semana pasada a esa secretaría el informe final de la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados, en donde hay evidencias suficientes del tráfico de influencias y del rápido y desmedido enriquecimiento de los hermanos Bribiesca Sahagún.

No podría ser de otra forma, pues la impunidad, la negligencia y la complicidad han sido actitudes de este gobierno panista para salvar y proteger a sus funcionarios, igual como ocurrió en los regímenes priistas durante 70 años, por esto es urgente un verdadero cambio en el gobierno federal.

Pero más allá del perdón oficial que operará uno de los subordinados del presidente Vicente Fox: Eduardo Romero, quien debería ser investigado por omisión y encubrimiento en el próximo gobierno, hay otros miembros del gabinete que están dispuestos a denunciar las corruptelas y los negocios sucios de los perversos hijos de la primera dama de Los Pinos, y para ello ya realizaron investigaciones secretas sobre sus bienes, cuentas bancarias, prestanombres, empresas y socios, en espera de que una vez que termine el sexenio puedan dar a conocer esta valiosa información.

Uno de esos funcionarios que está dispuesto a descubrir la corrupción de los hermanos Bribiesca Sahagún, quienes han hecho negocios ilícitos al amparo de su madre, es el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, quien por conducto de sus unidades especiales de investigación fiscal ha llevado a cabo sigilosas indagatorias y auditorías a las operaciones de los negocios y cabildeos que desde el principio del gobierno foxista han realizado los hermanitos Bribiesca.

Y razones de venganza no le faltan al poderoso secretario de Hacienda, quien libra una fuerte y silenciosa batalla al interior de Los Pinos en contra de la esposa del presidente, Marta Sahagún, sobre todo cuando se trata de los hijos de ésta por los evidentes hechos de corrupción en que están envueltos por su burda operación de negocios.

Otro funcionario que le habla al oído a Vicente Fox y que también tiene una fuerte confrontación con Marta Sahagún y sus “hijitos traviesos”, es Ramón Muñoz Gutiérrez, titular de la Oficina de la Presidencia para la Innovación Gubernamental, quien una y otra vez ha recomendado mantenerlos alejados de Los Pinos y cuidarles las manos, aunque obviamente esto último no ha sido posible.

Pero la lucha es cerrada y las acusaciones de corrupción provienen de todos lados. Así, Gil Díaz y Muñoz Gutiérrez son acusados por el hijo mayor de Marta Sahagún, Manuel Bribiesca, de utilizar sus cargos públicos para cometer actos ilícitos y enriquecerse desmedidamente. Del secretario de Hacienda, dice Manuel Bribiesca, comete extorsiones con la amenaza de auditorías fiscales, además del jugoso negocio que le significan las aduanas y sus fideicomisos; mientras que de Ramón Muñoz, el primogénito de Marta afirma que utiliza su influencia en Los Pinos para recomendar a sus parientes y que les otorguen contratos de obras y servicios en Petróleos Mexicanos.

Y para recordar lo que el primogénito de Marta Sahagún dice de Francisco Gil Díaz y Ramón Muñoz, recordemos las declaraciones que nos hizo Manuel Bribiesca en las dos entrevistas que le hicimos una a finales de 2004 y otra a principios de 2005, cuando también confiesa que él y sus hermanos hacen recomendaciones a favor de empresas privada para obtener contratos en entidades gubernamentales.

Primera reunión con Manuel Bribiesca

Manuel Bribiesca Sahagún (MBS).- Te debo decir que sí; mi hermano (Jorge) y mi tío (Guillermo) llamaron a Pemex para que le dieran un contrato a Oceanografía (empresa contratista de Pemex). Eso sí, siempre con apego a la legalidad, mediante concurso. Esa empresa dedicada a trabajos petroleros, mi hermano y mi tío conocen bien a los dueños. Así que no tiene nada de malo que soliciten en Pemex que se tome en cuenta a Oceanografía para ese contrato.

Reportero (R).- Pero Manuel, hablamos de un contrato de 160 millones de dólares. Y esto significa tráfico de influencias, porque lo hacen a cambio de una comisión. Tu familia puede verse involucrada en acusaciones de corrupción.

MBS –No, no, no. Nosotros no tenemos dinero y no hemos hecho ningún negocio sucio. Mi familia no tiene ni un quinto, que nos busquen.

R –Pero sí solicitaron el favor en la Dirección General de Pemex…

MBS –Sí. Ellos lo hicieron por la relación que tienen con los dueños de Oceanografía. Además, se trata de un negocio que la operación del buque significa sólo 60 millones de pesos, así que hay utilidades por 100 millones (de dólares).

R –Es mucho dinero…

MBS –Sí, y no hay nada ilícito.

R –A ti te acusan de introducir mercancías de contrabando al país…

MBS –No, no, de eso no haya nada, yo no tengo nada que ver con aduanas ni con Gil Díaz. No es mi amigo. Eso no es cierto, son difamaciones. Que nos busquen y no van a encontrar nada.

R – ¿Dices que no tienen dinero, que tu familia no tiene recursos?

MBS –No tenemos nada. El hecho de que mi mamá y el presidente vivan en Los Pinos, no ha significado para nosotros tener dinero…

R –No tendría porqué…

MBS –Bueno, hasta nos quitaron la partida secreta, ya no les dan recursos…

R –Esa partida desapareció desde el quinto año de gobierno de Ernesto Zedillo, más que por honestidad como una necesidad para impedir que fueran investigados por el desvío de fondos públicos, como le sucedió a Carlos Salinas, pues a esa partida secreta se le asignaba una buena parte del presupuesto federal, y aunque no fuera auditada no significaba que podía usarse ilícitamente.

MBS –Pero por eso no tenemos dinero. Hasta el presidente Fox se ha opuesto a que nosotros nos acerquemos a Los Pinos, Tenemos prohibido hacer cualquier negocio que relacione a la Presidencia de la República, pero tenemos que ganarnos la vida, y no porque mi mamá viva con el presidente nosotros vamos a dejar de trabajar.

R- ¿Tú hiciste negocios en Pemex?

MBS –No, nada tengo que ver allí, los que llamaron fueron mi hermano (Jorge) y mi tío (Guillermo). También a mí se me acusaba de tener negocios con Carlos Ahumada, pero eso no es cierto. Un día él me invitó a ver un partido de fútbol, de su equipo León, y yo asistí al palco y allí platicamos brevemente y nos tomaron fotos, pero nunca tuve una relación con él ni hice negocios.

R- ¿Entonces las acusaciones de corrupción en tu contra son falsas?

MBS –Si, totalmente. Y si quieres saber de corrupción, de verdadera corrupción, debes investigar a Ramón Muñoz, lo que hace en Los Pinos, y a Francisco Gil, en Hacienda…

R- ¿Qué han hecho?

MBS –Después hablamos de eso, por ahora te digo que no tengo nada ver con las acusaciones que me hacen. Sobre todo no tengo negocio alguno de qué avergonzarme.

R- ¿Y Gil Díaz?

MBS –Sólo te digo algo, investiga los depósitos multimillonarios que se ha hecho en China.

Segundo entrevista con Manuel Bribiesca (27 de enero de 2005)

Manuel Bribiesca Sahagún denuncia lo que considera “un abuso de poder” del gobierno federal, una persecución fiscal injusta en contra de 80 empresas del Grupo Miguel, del cual dice ser su defensor y cabildero, así como un cuantioso fraude en contra de la empresa Servicios Aéreos del Centro S.A. (SACSA), todo fraguado en las oficinas del secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, en colusión con su sobrino Alfonso Díaz Percher, representante legal de la empresa Operadora de Aviación General de Toluca S.A. de C.V. (OAG), para apoderarse de 75 mil metros cuadrados de modernas instalaciones aeroportuarias construidas en el estado de México, con un costo de 75 millones de dólares, y rentadas en 12 millones de dólares a la Policía Federal de Preventiva.

Sumergido en un intrincado conflicto de intereses que lo llevan hasta el enfrentamiento con funcionarios del primer equipo del gobierno que preside Vicente Fox, el primogénito de la familia Bribiesca Sahagún hace una recia defensa de sus “amigos” del Grupo Miguel:

MBS- Es injusto lo que hace contra ellos Gil Díaz, quien primero los persiguió fiscalmente hasta sacar a Alfredo Miguel del país y ahora pretende apoderarse de sus empresas, como ocurre con SACSA. Eso sí es corrupción.

R- ¿Qué relación tienes con ese Grupo?

MBS- Son mis amigos, solamente…

R- ¿Se dice que eres socio del Grupo Miguel y que hasta tienes el 50 por ciento de las acciones?

MBS- No, sólo somos amigos, pero el gobierno ha cometido abuso de poder y les ha fabricado delitos para quitarles sus propiedades y desaparecer sus empresas.

R- ¿Pero hay investigaciones fiscales y judiciales que confirman que esos empresarios son responsables de varios delitos…?

MBS- Yo lo que se, es que el gobierno ha abusado de ellos y lo que les hacen es injusto…

R- ¿Has hecho algo al respecto? ¿Has hablado con tu madre? ¿Has intentado hablar con el presidente para frenar ese ‘abuso’?

MBS- Con el presidente Fox no puedo hablar de esas cosas, tenemos prohibido, mis hermanos y yo, acercarnos a Los Pinos y mucho menos tratarle estos asuntos…

R- ¿Entonces has buscado a Gil Díaz…

MBS- No, con él no. No hablo con él.

R- ¿Alguien más?

MBS- Sí, hablé con Ramón Martín Huerta (exsecretario de Seguridad Pública).

R- ¿Y qué pasó?

MBS- Lo alerté del fraude que se estaba cometiendo al rentar a la PFP (Policía Federal Preventiva) las instalaciones de SACSA.

R- ¿Qué ocurrió allí?

MBS- Gil Díaz ha perseguido por varios años a los dueños del Grupo Miguel, hasta que logró que le fincaran responsabilidades penales a Alfredo Miguel, quien es presidente del Grupo y tuvo que huir del país para evitar ser detenido…

R- Pero Hacienda sí comprobó que cometió evasión fiscal, ¿o no? Me parece que por 7 millones de dólares.

MBS- Fue mucho más, pero Hacienda había hecho un acuerdo con él y pagó el crédito, y después ese pago fue utilizado por el fisco para argumentar que con eso se comprobaba el delito. Fue una trampa. Y entonces está prófugo sin deberle nada a Hacienda. Es una injusticia de Gil Díaz, porque hay funcionarios a quienes les ha otorgado el perdón fiscal, como al presidente de Tribasa, Alfredo Peñaloza, con quien su sobrino Alfonso Díaz hace negocios.

R- ¿Qué le pediste a al secretario de Seguridad Pública?

MBS- Le dije a Ramón (Martín Huerta) que estaba metido en un grave problema y que podía estallarle en las manos. Que se había cometido un ilícito y que estaba involucrada la Policía Federal Preventiva para beneficiar al sobrino de Gil Díaz con 12 millones de dólares.

R- ¿Y qué hizo el secretario?

MBS- Está muy preocupado, no sabe qué hacer, porque este caso lo enfrentaría con Gil Díaz y no quiere molestarlo. Pero pidió tiempo para resolverlo.

R- ¿Y cuál es la participación de Gil Díaz en esto?

MBS- Gil Díaz ordenó una partida extraordinaria, es decir fuera del presupuesto, y esto es fácilmente comprobable, porque ahí están los documentos, para destinar 12 millones de dólares a la renta de las instalaciones de SCASA, para que fueran ocupadas por la Policía Federal Preventiva, y la Secretaría de Seguridad Pública aceptó sin protestar.

R- ¿Y cuál es el problema de la renta de esas instalaciones?

MBS- Primero que están en litigio, por lo tanto no pueden ser rentadas por el mismo gobierno; y el dinero (los 12 millones de dólares) fue triangulado para beneficiar al pariente de Gil Díaz, pues es el representante legal de la empresa Operadora de Aviación General de Toluca, de tal manera que ese dinero fue triangulado hasta los bolsillos de Gil Díaz y de su sobrino Alfonso Díaz. Fue un robo.

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