Antes de presentar su renuncia al Instituto Mexicano del Seguro Social (el 21 de mayo pasado), el panista Germán Martínez planeó con mucho cuidado cómo vengarse de aquellos funcionarios del gobierno federal –incluido el mismo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador– que le hicieron “la vida imposible” al no permitirle meter las manos en las arcas públicas de ese instituto de salud.
Acostumbrado a que en gobiernos panistas (Vicente Fox y Felipe Calderón) podía gastar sin escrúpulo ni medida los recursos del erario, Martínez Cázares se quejaba públicamente de la austeridad ordenada por su jefe López Obrador y pretendía que le abrieran el presupuesto para poder firmar contratos de bienes y servicios con proveedores previamente seleccionados, lo que era contrario a las nuevas políticas de gobierno en cuanto a gasto se refiere.
Fue así que 4 días antes de entregar aquella carta-renuncia, en donde se queja amargamente de la administración del IMSS y de la injerencia de la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédigto Público, Germán Martínez envió sendas denuncias al fiscal general de la República (FGR), doctor Alejandro Gertz Manero; a la secretaria de la Función Pública (SFP), doctora Irma Eréndira Sandoval, y al auditor superior de la Federación (ASF), David Colmenares Páramo, por presuntas irregularidades cometidas por el actual director de Administración del IMSS, doctor Flavio Cienfuegos Valencia, porque según el denunciante causó graves daños patrimoniales a las finanzas de esa importante institución de salud.
Por supuesto que esas tres entidades públicas reciben a diario cientos o miles de quejas y denuncias contra servidores públicos, lo cual no es de extrañarse si venimos de gobiernos priístas y panistas cuyas administraciones se sustentaban en la corrupción y el abuso de poder, y habían hecho de la impunidad un modus vivendi; pero esta vez se trata de acusaciones penales y administrativas en contra de un funcionario de la “cuarta transformación”, que llegó a la Presidencia de la República bajo tres premisas fundamentales: no robar, no mentir y no traicionar al pueblo.
Pero lo que más llama la atención es que el denunciante que interpuso las tres acusaciones fue el primer director general del IMSS del actual gobierno, quien además es actual senador por el partido Movimiento Regeneración Nacional.
Si recurrimos a los archivos históricos, vemos que Germán Martínez fue creado en la cuna de la corrupción calderonista, en cuyo gobierno ocupó la Secretaría de la Función Pública, periodo caracterizado por los abusos de poder, tráfico de influencias y desvío de recursos públicos; pero el entonces contralor de la nación nunca hizo nada para combatirla, entonces, ¿por qué ahora habríamos de creerle cuando denuncia supuesta corrupción en el IMSS?
La denuncia penal ante la Fiscalía
Tenga o no fundamento, la denuncia penal que Martínez Cázares presentó en días pasados ante la Fiscalía General de la República (con fecha de recibido 17 de mayo de 2019), el doctor Gertz Manero tendrá que abrir un expediente e iniciar la averiguación previa correspondiente para determinar si hay elementos de responsabilidad en contra de Cienfuegos Valencia, quien hasta ahora continúa al frente de la Dirección de Administración del IMSS.
También el director general del Seguro Social, Zoé Robledo Aburto, debe estar atento a las investigaciones y lo que determinen la Fiscalía, la Auditoría y la Función Pública, pues de haber alguna responsabilidad por negligencia, omisión o malos manejos en las finanzas del Instituto, tendrá que haber despidos y sanciones.
En su denuncia a la FGR, Germán Martínez explica: “Se me ha informado que con motivo de las posibles irregularidades presuntamente atribuibles al C. Flavio Cienfuegos Valencia, en su carácter de director de Administración, que pudieran ser constitutivas de delito y que podrían resultar en una grave afectación al patrimonio y a los intereses del Instituto Mexicano del Seguro Social, fue presentada denuncia de hechos el pasado 3 de mayo de 2019.
“A este respecto, me permito solicitar a la institución que usted dignamente preside, se realicen las investigaciones correspondientes en los términos de la legislación aplicable, con la finalidad de que los hechos materia de la denuncia de referencia sean esclarecidos, se deslinden las responsabilidades a que haya lugar y, de ser el caso, se sancione a quien pudiere resultar culpable.
“Manifiesto la total colaboración de las áreas que conforman el IMSS [recordemos que presentó esta denuncia 4 días antes de renunciar] para brindar atención oportuna a cada uno de los requerimientos que al efecto formule el agente del Ministerio Público de la Federación dentro de la carpeta de investigación que llegara a integrarse. Por lo que en aras de garantizar el debido ejercicio del servicio público y la consecución de las finalidades de la seguridad social en nuestro país, en cumplimiento al deber de denunciar previsto en el artículo 222 del Código Nacional de Procedimientos Penales, atentamente a usted, C. Fiscal General de las República, solicito se sirva… tenerme por presentado en nombre y representación del IMSS, formulando denuncia y/o querella en contra de Flavio Cienfuegos Valencia y/o quienes resulten responsables…”.
En la próxima columna daremos a conocer pormenores de las quejas y motivos que llevaron al exdirector general del IMSS a denunciar ante el auditor superior de la Federación y el Órgano Interno de Control a los funcionarios responsables de administrar el IMSS y de lo que él considera hay graves irregularidades que afectan el buen funcionamiento de ese importante órgano de salud pública.
Puntos suspensivos… Cuando se carece de oficio político y se pretende manejar a un partido con todos los vicios como el Revolucinario Institucional, lo más probable es que suceda lo que ha vivido en los últimos días el exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el médico José Narro Robles, quien en su intento por convertirse en presidente del PRI terminó no sólo renunciando a su candidatura, sino también a su militancia priísta que ya acumulaba varias décadas, porque según él “apenas descubrió” que en ese partido político se cometen injusticias y abusos, habría que agregar también corruptelas, sin descontar que la actual presidenta es ni más ni menos que la sobrina del villano favorito Carlos Salinas de Gortari. Habrase visto tanta ingenuidad, por no decir otra cosa, y pensar que Narro tuvo en sus manos el manejo de la Rectoría de nuestra máxima casa de estudios en dos periodos… Durante ese tiempo al frente de la UNAM se conocieron múltiples irregularidades en la administración universitaria, en las que Narro fue complaciente y hasta protector de los directivos responsables. Si quieren saber más de esas irregularidades en la administración de la UNAM, que por cierto también fueron solapadas por el actual rector Enrique Graue, revisen la auditoría DGRIRP/DERE/01/2015, practicada por la propia casa de estudios a la Dirección General de Actividades Deportivas y Recreativas, cuyo responsable era Severino Rubio Domínguez y quien después se fue a trabajar con Narro Robles a la Secretaría de Salud… Finalmente el presidente López Obrador ordenó a su secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, informe cuál es la resolución final sobre la investigación por corrupción en contra del director general de Pemex Exploración y Producción, Miguel Ángel Lozada Aguilar. De no haber sorpresas, este viejo funcionario petrolero tendrá que dejar el cargo y podría ser inhabilitado por la firma de contratos irregulares con universidades públicas.
Miguel Badillo
[OFICIO DE PAPEL]