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Segunda parte. Este fin de semana inicia el futbol profesional en México y varios equipos y sus dueños o accionistas, así como directivos, promotores, despachos de abogados y jugadores enfrentan investigaciones por defraudación fiscal y presunto lavado de dinero, entre otros delitos graves, como sería también delincuencia organizada.

Son la Fiscalía General de la República (FGR), la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Procuraduría Fiscal de la Federación donde se investiga a las empresas propietarias de los equipos de futbol, pero mientras conocemos resultados concretos por parte del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en el combate a la evasión fiscal y el blanqueo de capitales en ese deporte, ya se tiene información de uno de los equipos de mayor arraigo en México, como es Cruz Azul, el cual por cierto juega este sábado contra nuestros demeritados Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Los datos que se conocen hasta ahora sobre las acusaciones en contra del equipo Cruz Azul corresponden a la declaración ministerial que rindió el mes pasado ante la FGR uno de los principales accionistas de la Cooperativa La Cruz Azul: José Alfredo Álvarez Cuevas, quien por cierto es hermano menor del director general Guillermo (Billy) Álvarez Cuevas y quien se desempeñaba primero como director comercial y después como director de planeación estratégica de la Cooperativa, hasta que fue despedido por su hermano y eso ha generado desde hace más de una década un conflicto familiar que arrastra a casi 800 socios de la Cooperativa a un conflicto judicial que mermará sus finanzas y podría llevar a la desaparición y desafiliación del equipo Cruz Azul ante la Federación Mexicana de Futbol Asociación.

En su testimonio incluido dentro de la carpeta de investigación en la FGR número FED/SEIDO/UEIORPIFAM-CDMX/0000311/2020, en donde también está involucrado en delitos penales José Alfredo Álvarez Cuevas, éste acusa a su hermano mayor Billy de ser el principal responsable, junto con su grupo directivo, de todos los ilícitos graves que se imputan y además, como exdirectivo de la Cooperativa, reconoce y acepta que sí se cometieron y se ofrece como testigo colaborador a cambio de impunidad o reducción de penas en su contra.

Entre todas las acusaciones que hace y que señalamos en la columna anterior, destaca “la compra venta de jugadores para el equipo de futbol a un sobreprecio… la posible actualización de conductas delictivas utilizando un esquema indebido en el pago de contratos de jugadores de futbol del Cruz Azul. Dicha operación la conocí por mis puestos de dirección y la detallo de la siguiente manera:

“Por mi carácter de socio dentro de la Cooperativa y de vicepresidente del Club Deportivo Social y Cultural Cruz Azul, AC, razón social del Club de Futbol Cruz Azul, es de mi conocimiento como ya lo referí, que el director general de la misma es Guillermo Héctor Álvarez Cuevas, mismo que a su vez es presidente del club de futbol.

“En mi carácter de vicepresidente del club deportivo y debido a que empecé a darme cuenta de operaciones sospechosas que ordenaba el señor Guillermo Héctor Álvarez Cuevas, requerí la entrega de información sobre la administración del mismo, así como todo lo relativo a la compra-venta de diversos jugadores que en mi apreciación habían sido adquiridos para prestar sus servicios al equipo a un precio sumamente elevado y que no se justificaba por su rendimiento en otros equipos, edad, logros, etcétera.

“En el ámbito de futbol se hacen operaciones a conveniencia y se alteran valores; por ejemplo, en el caso de Cruz Azul hay una persona de nombre Ignacio López Medina que tiene un despacho que se dedica al arreglo entre jugadores, equipos y representantes, estas operaciones se mueven en razón de una serie de prácticas que no son claras, en el caso concreto en este acto entrego una carpeta con diversos documentos en los que se advierte la lista de jugadores, el monto o valor de las cartas o transferencias, quiénes fueron los directores deportivos que operaron estas transferencias y los representantes que negociaron las mismas, de ellas yo presumo que se manejaron valores que no pueden ser reales y que fueron pagados por el Club Cruz Azul al representante o incluso al club dueño de la carta del jugador, el pago se hace al club, sin embargo, en el inter hay comisiones y desde luego acuerdos para determinar el salario del jugador y con ello modificarse el precio de la carta.

“Tengo antecedente de que en la época de Eduardo de la Torre y Ricardo Peláez hay operaciones que se pagaron a un precio muy alto por concepto de transferencias de los derechos del jugador, como en los casos de Orbelín Pineda, Jonathan Rodríguez, un jugador de apellido Sánchez que vino de los Leones Negros de Guadalajara de la división de ascenso, y de Misael Domínguez, que en mi concepto fueron operaciones muy elevadas que finalmente fueron negociadas por Ignacio López, desde luego con la anuencia de Guillermo Álvarez Cuevas como director general de la empresa.

“En el caso de Ricardo Peláez y lo cual siempre hice saber a mi hermano Guillermo Héctor Álvarez Cuevas como presidente del Club de Futbol Cruz Azul, este fue uno de los motivos por el cual ante mi insistencia salió Ricardo. Peláez como director deportivo del equipo Cruz Azul, aunque me consta que sigue estando actuando como representante la empresa del señor Ignacio López Medina, quien al parecer no tiene una oficina física, incluso su domicilio fiscal es en la ciudad de Oaxaca, el Registro Federal de Contribuyentes de esta persona lo puedo proporcionar con posterioridad

“Derivado de lo anterior, toda vez que yo no estuve de acuerdo en ese manejo irregular y, sobre todo, que no participé directamente en el mismo, procedí legalmente mediante diversas acciones, entre ellas comunicados y solicitudes formales de información a la Dirección General y Dirección Jurídica, para transparentar la administración del Club y de la Cooperativa; sin embargo, no tuve éxito y adjunto en este acto documentos relacionados con estas peticiones.

“Yo deduzco que el señor Guillermo Héctor Álvarez Cuevas aprovechándose de su puesto directivo dirigía una organización de personas que se dedicaba a realizar operaciones con el patrimonio de la Cooperativa de manera constante durante varios años, siendo parte de esta organización, pues eran sus brazos derechos los señores Víctor Manuel Garcés Rojo, quien era director jurídico de la Cooperativa y como subordinado de la Dirección General revisaba todos los esquemas que proponía (el abogado) Ángel Junquera Sepúlveda para sacar dinero de la Cooperativa de manera indebida; Miguel Eduardo Borrell Rodríguez, actual director jurídico dela Cooperativa, que tiene las mismas funciones que Garcés Rojo; Mario Sánchez Álvarez como coordinador financiero de la Cooperativa desviaban recursos por instrucciones de la Dirección General, por lo que deduzco que todos ellos tenían pleno conocimiento de que lo que hacían era contrario a la ley, estimo que las personas que dentro de la empresa tienen información documental de lo que acabo de mencionar con los señores Mario Sánchez, como directo responsable del área financiera, el señor Alfonso Pérez Arroyo, que es el contador del Club de Futbol Cruz Azul; también el señor Isaac Velasco, que es el contralor del Club.”

Al final de su escrito de 15 cuartillas que presentó ante la FGR, José Alfredo Álvarez Cuevas da testimonio de la investigación financiera en su contra y asegura que todos sus bienes y cuentas bancarias son lícitos producto de su trabajo:

“Deseo manifestar que por lo que respecta a la información enviada a la Fiscalía por la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, quiero precisar que el departamento con datos de identificación Avenue Bronx NT 21P10465US en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, no es ni ha sido de mi propiedad, por lo que probablemente se trate de un homónimo y solicito se haga la investigación o aclaración respectiva, y por lo que hace a los ingresos y egresos que se dicen son irregulares en mis cuentas personales, solicito se me permita aclarar que se trata de reembolsos de gastos, pagos de sueldos y demás cuestiones legales que podre justificar con la información que mi contador personal me dé para este propósito y la que entregaré a la Fiscalía a la brevedad posible.

“Por lo antes expuesto, niego categóricamente haber cometido delito alguno, ya que siempre me he conducido conforme a los ordenamientos legales aplicables; sin embargo, reitero mi petición a esta autoridad de la aplicación y aprobación de un criterio de oportunidad sobre los mismos, tal y como lo realicé mediante mi escrito de fecha 3 de junio de 2020…”

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