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Nuestros políticos siempre le apuestan al olvido y confían en la desmemoria de los mexicanos a fin de volver a ocupar cargos públicos sin importar su incompetencia, corrupción y cinismo.

CIUDAD DE MÉXICO, 29ABRIL2017.- Josefina Vázquez Mota, candidata a la gubernatura del Estado de México, durante la Sesión del Consejo Nacional del Partido Acción Nacional. FOTO: TERCERO DÍAZ /CUARTOSCURO.COM

Éste es el caso de la candidata panista al gobierno del Estado de México, Josefina Vázquez Mota, también exaspirante presidencial por el mismo partido, pues a inicios de la semana pasada esta empresaria convertida en política declaró –en entrevista con el periodista Ricardo Rocha– que ella es la mejor opción para gobernar a los mexiquenses porque tiene la experiencia que adquirió cuando fue secretaria de Estado, primero al frente de Desarrollo Social (entre diciembre de 2000 y enero de 2006) y luego de Educación Pública (de diciembre de 2006 a abril de 2009).

O Josefina tiene mala memoria o –como la mayoría de los políticos mexicanos– es cínica: esa experiencia de la que alardea ahora tiene saldos negativos para la sociedad.

Primero como secretaria de Desarrollo Social no sólo incumplió con el objetivo de abatir los índices de miseria, sino que fue en ese tiempo que empezó a aumentar el número de personas en situación de pobreza. Una tendencia que, lamentablemente para millones de mexicanos, no se ha detenido.

De ello hay constancia en la prensa: “Vicente Fox inició su gestión con 40 millones de pobres, y concluyó con una cifra superior a los 50 millones, pese a que uno de sus ofrecimientos de campaña fue precisamente terminar con la ‘dictadura de la miseria y la ignorancia’ que aqueja a este país”, escribió la reportera Alma Muñoz el 30 de noviembre de 2006 (La Jornada).

Otro dato de la incapacidad de Vázquez Mota fue evidente en una entrevista que le hice cuando se desempeñaba como titular de la Sedesol y a propósito de un amplio reportaje que concluyó con la publicación del libro Morir en la miseria, editorial Océano, en donde se narraba la pobreza extrema de los 15 municipios más pobres del país, enlistados de acuerdo con cifras oficiales de esa misma secretaría de Estado.

A la pregunta de si sabía cuál era el municipio más pobre de México, la entonces responsable del combate a la pobreza quedó muda, nunca supo el nombre de la población que aparecía hasta el fondo de un listado de los 100 municipios más pobres del país.

Ahora Vázquez Mota ya no recuerda esas malas cuentas que entregó al cierre del sexenio foxista y promete ser buena gobernadora del Estado de México si la población le da su voto, y seguramente tampoco recuerda que a su paso por la SEP, en el gobierno de Felipe Calderón, se generaron pérdidas multimillonarias al erario.

Y es que lejos de beneficiar a miles de niños y niñas analfabetas de este país, la única experiencia que obtuvo como titular de la SEP fue la de despilfarrar el dinero del pueblo. Así lo demuestran los informes de fiscalización elaborados por la Auditoría Superior de la Federación, ente que también denunció en su oportunidad al priísta Javier Duarte de Ochoa.

¿Acaso la candidata panista ya olvidó el desfalco en el que incurrió con el programa Enciclomedia? Como se recordará, este programa informático buscaba proporcionar a maestros y alumnos de educación primaria y secundaria una herramienta que potencializara el aprendizaje y enseñanza en las aulas. Pero resultó en un elefante blanco de los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón: contratos irregulares que favorecieron a amigos de los funcionarios, robos masivos de equipos computacionales, uso de facturas apócrifas, pagos injustificados y excesivos, asesorías multimillonarias.

Y de eso sí sabe Josefina, porque en 2008, cuando estaba al frente de la SEP, estalló el escándalo. La Auditoría Superior calculó que en ese sólo ejercicio los daños o perjuicios contra la hacienda pública superaron los 2 mil 300 millones de pesos.

De acuerdo con el informe de fiscalización, las afectaciones incluyeron la no disponibilidad de los equipos Enciclomedia, daños físicos a los mismos, además de robos.

La SEP “no cumplió con las disposiciones normativas aplicables al finiquito de los servicios contratados para el programa Enciclomedia Secundaria y Telesecundaria”, señaló el máximo órgano de fiscalización.

Información publicada en Contralínea indica que, para estas operaciones, el gobierno federal ejerció 3 mil 26 millones 229 mil 600 pesos en la terminación del programa. De éstos, 2 mil 324 millones 544 mil 500 pesos “se utilizaron para el pago del finiquito a los proveedores del Programa Enciclomedia Secundaria y Telesecundaria; por concepto de Gastos no Recuperables, 1 mil 901 millones 878 mil 700 pesos, mediante seis Convenios de Cumplimiento de Terminación Anticipada, de Transacción y de Finiquito”.

El problema es que esos pagos “fueron formalizados sin que la SEP contara con una validación, estudios, análisis o dictámenes que le permitieran garantizar que éstos fueran razonables, comprobables en relación directa con los contratos multianuales y que dichos convenios constituían beneficios y las mejores condiciones para el Estado”.

Además, la Secretaría no elaboró un análisis para sustentar la cancelación de los contratos. Tampoco verificó la existencia de los equipos instalados en 22 entidades federativas.

Por si todo lo anterior no fuera suficiente, la Auditoría observó que “no se descontaron las penalizaciones por incumplimiento en la instalación de aulas Enciclomedia secundaria, por 290 mil 800 pesos, ni 56 aulas siniestradas en Villahermosa Tabasco, por 873 mil 600 pesos. No señaló el uso y destino que tendrá el software, material de apoyo didáctico, esquemas de interacción y materiales educativos por 1 mil 119 millones 213 mil 600 pesos”.

En el caso de Eciclomedia para educación primaria (quinto y sexto grados), la Auditoría señaló que en 2008 no había 127 mil 541 aulas disponibles en todo el país. A ello se sumaron 305 daños y robos reportados en los equipos en el mismo ejercicio.

Al evaluar el programa, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales determinó que no cumplió con el objetivo de mejorar la calidad educativa y fortalecer los procesos de enseñanza. “No guarda una estrecha relación” con la tarea de “contribuir a la mejora de la calidad de la educación”.

El análisis, coordinado por los investigadores Cristóbal Cobo Romaní y Lucía Fernanda Remes Tello de Meneses, señaló que “si bien la matriz plantea como fin contribuir a fortalecer los procesos de enseñanza aprendizaje con el uso de las tecnologías de información, su acento está principalmente en aspectos relacionados con el equipamiento y la cobertura tecnológica”.

Durante su operación, indicó el estudio, “Enciclomedia tuvo una mayor concentración al ampliar la infraestructura y focalización de recursos, no así en el componente educativo”.

El análisis concluyó que “no existe un plan estratégico y las actividades han estado restringidas a cumplir los compromisos y metas definidos por la administración pasada. La ausencia de documentos que evidencien una planificación con visión estratégica ha ido en desmedro de las posibilidades de implementar planes a mediano y largo plazo”.

De esto seguramente ya no se acuerda Josefina, pero la memoria histórica lo tiene presente, aunque la justicia nunca llegue.

Miguel Badillo

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