Viernes 6 de mayo de 2005

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Una vez más, como cada sexenio, la historia se repite. La familia presidencial está envuelta en acusaciones de corrupción, tráfico de influencias y abuso de poder, solo que en esta ocasión hay una diferencia, se trata de un gobierno federal panista, que se comporta igual como lo hacía el PRI, en donde hermanos, primos, tíos y padres del presidente se aprovechan del parentesco para traficar con el título de la Presidencia de la República y de la noche a la mañana se convierten en intermediarios para conseguirle a cualquier empresario pillo contratos de obra pública o servicios gubernamentales, sin que la Secretaría de la Función Pública o la Procuraduría General de la República hagan algo para frenar esos infames actos de corrupción.

Así, ante la incapacidad y el servilismo de las instituciones públicas, a Marta Sahagún y su familia les espera el juicio de la historia y, probablemente, algunos expedientes abiertos que en los próximos años tendrán que explicar ante la autoridad.

Una de esas historias poco claras es la de la Fundación Vamos México, presidida por la primera dama, y de la que Oficio de papel ha dado cuenta desde el 2002, y que revela una serie de escándalos que extrañamente han sido permitidos también por la Auditoría Superior de la Federación, a pesar de las evidentes pruebas de múltiples irregularidades.

Entre las muchas anomalías documentadas por legisladores de la Cámara de Diputados, destaca aquel desvío de recursos públicos de la Conaliteg por 2 millones 600 mil pesos y cuyo destino fue la impresión del publicitado libro“Cómo Proteger a tus Hijos contra las Drogas: Guía práctica para padres de familia”. Uno de los documentos que confirman este manejo irregular de recursos, es el oficio número 100/02, con fecha 3 de mayo de 2002, en el que los secretarios de Educación Pública y de Salud, Reyes Tamez y Julio Frenk, ordenan al director general de la Conaliteg, Jorge Velasco y Félix, utilizar recursos fiscales de esa dependencia para imprimir un millón y medio de ejemplares de la obra promovida por Marta Sahagún.

Sin embargo, esas evidencias han sido desestimadas por la ASF y en los informes de la revisión y fiscalización de la cuenta pública 2002 y 2003, el auditor superior de la federación, Arturo González de Aragón, exonera a Marta Sahagún de Fox por estos hechos. Seguramente también para el auditor es un punto negro en su impecable historial de investigación sobre actos de corrupción e irregularidades administrativas en el gobierno federal.

Para el máximo órgano de fiscalización, en el ejercicio 2002 “se determinó que no hubo incumplimiento alguno de la norma y no se efectuó ninguna erogación (por parte de la Conaliteg) en la impresión del libro ‘Cómo proteger a tus hijos contra las drogas’; ya que el papel, la cartulina, la impresión y encuadernación, por un importe global de 8 millones 48 mil 400 pesos, fueron donados por dos empresas privadas (Corporación Durango y Quebecor World México) y los derechos de autor fueron cedidos a la Secretaría de Salud por los Centros de Integración Juvenil, A.C., y quienes participaron en la elaboración de dicha obra”.

Pero la ASF va más allá, pues determina que “en relación con el logotipo de la Fundación Vamos México que aparece en la portada del libro ‘Cómo proteger a tus hijos contra las drogas’, no se encontraron disposiciones legales vigentes que impidan a la Conaliteg producir materiales didácticos similares, ya sea en sus propias instalaciones, a través de concursos o por otros medios; recibir cualquier tipo de donaciones o usar algún tipo de publicidad en los materiales producidos por la Conaliteg, como el logotipo de una Asociación Civil”.

Irregularidades impunes

No obstante la exculpación de la primera dama, la Auditoría Superior de la Federación reveló diversas irregularidades relacionadas con este caso, como la condonación de penas que hace la Conaliteg, por varios miles de pesos, a una de las dos empresas que donó los materiales para la impresión del libro promocionado por Marta Sahagún.

De acuerdo con el resultado número 7 del informe, en el ejercicio fiscal 2002 la empresa Quebecor World México DF, S.A. de C.V. incumplió con los plazos establecidos en 19 contratos que celebró con la Conaliteg, por lo que se le aplicaron penalizaciones por 3 millones 248 mil 500 pesos; cifra que, por cierto, supera el monto de la donación que favorece a la Fundación Vamos México.

Según advierte la ASF, debido a que el proveedor Quebecor donó la impresión y encuadernación del libro ‘Cómo proteger a tus hijos contra las drogas’, no se le aplicaron las penas convencionales por el incumplimiento de los plazos establecidos en los contratos.

Otra anomalía documentada por el órgano de fiscalización se refiere a que “la Conaliteg no solicitó la autorización correspondiente ante su Junta Directiva para recibir las donaciones de las empresas Corporación Durango, S.A. de C.V., por 5 millones 365 mil 300 pesos, y Quebecor World México DF, S.A. de C.V., por 2 millones 683 mil 100 pesos, por concepto de papel y cartulina, así como la impresión y encuadernación del libro ‘Cómo proteger a tus hijos contra las drogas’”, tal vez por la premura con que trataron de cubrir otras irregularidades mayores.

Además, la ASF comprobó que el registro de estas donaciones, tanto contable como presupuestal, incumplió lo establecido en el Principio Básico de Contabilidad Gubernamental, “Costo Histórico”.

Aunque la fiscalización a la Conaliteg fue clasificada como de “interés Camaral”, y pese a las irregularidades descubiertas, la ASF omitió hacer recomendaciones, emitir pliegos de observaciones e incluso hacer pronunciamientos al respecto. Hasta ahora, la red de complicidades de Los Pinos ha logrado mantener a Marta Sahagún lejos de las acusaciones.

La participación de Quebecor

De acuerdo con el informe de la Auditoría, la donación efectuada por Quebecor World México, que absuelve a la Secretaría de Educación Pública del desvío de fondos por 2 millones 600 mil pesos, se dio de manera fortuita. Pues al incumplir con los plazos establecidos en 19 contratos con la Conaliteg, la compañía acumulaba penalizaciones por más de 3 millones de pesos.

Así, a cambio del perdón de estas penas, la empresa se comprometió a donar la impresión y encuadernación que, de otra forma, hubiera generado un gasto con cargo al erario superior a los 2.5 millones y medio de pesos.

La adjudicación del contrato se dio el 20 de mayo, cuando la Conaliteg emitió el dictamen a favor de la empresa Impresora Arte y Cultura, S.A. de C.V. Sin embargo, un día después el representante legal de dicha compañía renunció a la asignación. Por este motivo, la dependencia adjudicó el contrato a Quebecor World México, que ocupó el segundo lugar en la evaluación económica.

La ASF señala que “con el análisis de las remisiones de entrada al almacén de Tequesquináhuac de la Conaliteg, se determinó que se hicieron entregas a partir del 13 de junio del 2002 y hasta el 29 de agosto del mismo año. Durante el plazo de entrega establecido en el contrato (20 de junio de 2002) únicamente se entregaron 75 mil 950 libros (5.06 por ciento del total). El resto se terminó de entregar dos meses y nueve días después de la fecha pactada”.

El pacto celebrado entre la SEP y la empresa se dio el 17 de septiembre de 2002, cuando el representante legal de Quebecor World México informó al secretario Tamez Guerra que la compañía tomó la decisión de donar la impresión de un millón 500 mil ejemplares del libro “Cómo proteger a tus hijos contra las drogas”, y solicitó que se le extendiera el correspondiente recibo de donación.

Ese mismo día, advierte el informe de la ASF, se celebró el convenio de terminación anticipada del contrato de prestación de servicios número 203/053/2002, en cuyo apartado de antecedentes se señaló que Corporación Durango, S.A. de C.V. donó 567.13 toneladas de papel bond y 191 millares de cartulina recubierta de 16 puntos, para que la Conaliteg produjera los ejemplares.

Agrega que “se constató que la Conaliteg emitió y entregó los respectivos recibos de donación. En el caso de Corporación Durango se emitió el recibo número 0202, del 17 de septiembre de 2002, y a Quebecor World México DF, el recibo número 0203 con la misma fecha, por los trabajos de impresión y encuadernación.

La historia narrada por la ASF

En el informe de la fiscalización de la cuenta pública 2002, la ASF esboza la breve pero truculenta historia de la creación del libro que Marta Sahagún presentó a la sociedad como uno de sus máximos logros. En esta historia, la pieza clave es Quebecor World México, la empresa beneficiada por la Conaliteg con el indulto de penas por más de 3 millones de pesos.

El resultado número 8 de la auditoría especifica que la Conaliteg celebró el contrato 203-053/2002 con Quebecor World México, para la impresión y encuadernación del millón y medio de ejemplares del libro “Cómo proteger a tus hijos contra las drogas: Guía práctica para padres de familia”.

El órgano de fiscalización explica que “se constató que, con fecha 19 de agosto de 1999, los cinco colaboradores que participaron en la elaboración de la obra mencionada, cedieron los derechos de autor a los Centros de Integración Juvenil, A.C., por lo que el 23 de agosto de ese mismo año se certificó ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor, bajo el registro núm. 03-1999-082013591600- 01, la titularidad de los Centros”.

Agrega que, mediante un comunicado fechado el 5 de abril de 2002, el representante legal de la Corporación Durango, confirmó al director general de la Conaliteg la donación de papel que ponía a su disposición, para la impresión del libro de difusión gratuita, del que, en coordinación con la SEP, la Secretaría de Salud y los Centros de Integración Juvenil, editarían e imprimirían un millón 500 mil ejemplares. Dicha donación consistió en 567.13 toneladas de papel bond y 191 millares de cartulina recubierta, con un valor total de 5 millones 365 mil 300 pesos.

Según la documentación recabada por la ASF, el 9 de abril de 2002 el secretario de Salud, Julio Frenk Mora, giró un oficio sin folio dirigido al secretario Reyes Tamez, para solicitar a la SEP la impresión, encuadernación y gran parte de la distribución de los ejemplares de la obra promocionada por la Fundación Vamos México.

Un día después, el titular de los Centros de Integración Juvenil, Víctor Manuel Guisa Cruz, informó al secretario de Salud que, en cumplimiento del acuerdo de la primera sesión ordinaria 2002 del Órgano de Gobierno de esa entidad, celebrado el 25 de marzo, ponía a disposición de esa secretaría los originales mecánicos de la obra “Cómo proteger a tus hijos contra las drogas”, y autorizaba a esa dependencia del Ejecutivo Federal su reproducción y distribución, así como la inclusión de los créditos y logotipos que considerara pertinentes (el de Vamos México, por supuesto), a condición de que conservara el logotipo y créditos de los Centros de Integración Juvenil, A.C.

Y aunque el órgano de vigilancia también da cuenta del oficio número 100/02, fechado el 3 de mayo de 2002, en el que Reyes Tamez encomienda a la Conaliteg que proceda, “con cargo en los recursos fiscales que tenía asignados, a imprimir un millón 500 mil ejemplares de la obra “Cómo proteger a tus hijos contra las drogas”, y a distribuir gran parte de ellos en forma coordinada con la Secretaría de Salud”, la ASF omite hacer observación alguna, es decir borra las huellas del delito.

Las evidencias en poder de la Auditoría incluyen el oficio DG/319/02, de fecha 10 de mayo de 2002, en el que Jorge Velasco y Félix, director general de la Conaliteg, “solicita a su Coordinador Editorial que la impresión de los ejemplares fuera expuesta ante el Comité de Adquisiciones en sesión extraordinaria, a fin de contar con la anuencia del cuerpo colegiado y estar en posibilidad de cumplir con el plazo fijado del 26 de junio de 2002, día internacional de la lucha contra el uso indebido y tráfico ilícito de drogas”.

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